lunes, 7 de marzo de 2016

Prevención a la Drogadicción

La clave está en la prevención




La drogadicción es una enfermedad que se puede evitar. Los resultados de las investigaciones auspiciadas por el NIDA han demostrado que los programas de prevención que involucran a la familia, la escuela, la comunidad y los medios de comunicación son eficaces para reducir el abuso de drogas. Hay muchos acontecimientos personales y factores culturales que afectan la propensión de una persona a abusar las drogas, cuando los jóvenes perciben que el consumo de drogas es perjudicial, se observa una disminución en la tendencia a consumirlas. Por lo tanto, la educación y el activismo comunitario son claves para ayudar a los jóvenes y al público en general a comprender los riesgos del abuso de drogas. Los maestros, padres, médicos y demás profesionales de la salud pública deben continuar mandando el mensaje que la drogadicción se puede evitar si la persona nunca consume drogas.

La Presión Social

El joven se halla en una búsqueda de nuevos objetos para experimentar, y luchar contra su propia dependencia infantil de las figuras paténtales. En consecuencia, pasa a depender en mayor grado de su grupo social y se torna más influenciable en sus opiniones, costumbres y hábitos por la presión que ejercen los medios modernos de comunicación, que muchas veces presentan el consumo de drogas como privilegio exclusivo, placentero y excitante.
De un modo más directo aun, la necesidad de nuevas figuras de identificación alienta la incorporación de patrones de conducta pertenecientes a otros jóvenes o adultos más o menos cercanos, que gocen de estima, prestigio y reputación.
Otra perspectiva interesante de la situación grupal de los adolescentes surge de aplicar las ideas de Meltzer sobre la visión de la sociedad que tienen los adolescentes.

Este autor observó que los adolescentes distinguen básicamente tres comunidades:

1) la de los niños, débiles, dependientes y sometidos al arbitrio de los adultos;

2) la de los adultos, los que ostentan el poder, el conocimiento y el pleno derecho a la sexualidad .

3) la propia, la de los adolescentes, que se sienten relegados pero poseedores de la fuerza, la justicia y la esperanza.



¿Cómo prevenir la drogadicción?
       



Para las personas que ya son adictas y que ya han caído en el abuso de drogas, no es suficiente con simples tratamientos médicos, dado que existen otros problemas del individuo que están detrás del hecho de su drogadicción. Es necesario un tratamiento de rehabilitación que haga que la persona redescubra su valor y su identidad más profunda. Este tratamiento no será posible sin la participación del individuo, sin su voluntad de cambiar. El apoyo de la familia y una adecuada asistencia espiritual son también fundamentales para la rehabilitación
No se trata simplemente de prohibir la droga, ni de controlar su distribución. Aunque estas cosas sean necesarias, el problema de la drogadicción tiene sus raíces en la sociedad misma. Es por ello que es necesario un compromiso de la sociedad en conjunto. Padres, maestros, medios de comunicación, instituciones, etc., deben comprometerse a construir una sociedad nueva, donde sean promovidos los valores auténticos, especialmente los espirituales. De no hacerlo así, todas las estrategias de prevención serán inútiles, pues el problema de fondo seguirá existiendo.


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